“Prohibido Prohibir“ AMLO


Oportunidades para la juventud.

Y he pensado desde siempre que la mano de un joven que acaricia a un gallo, jamás sostendrá una arma.

La crianza del gallo, requiere de disciplina, y como consecuencia se tiene que hacer uno responsable porque la crianza de los animales no admite descuidos, es un trabajo muy demandante, porque aquí no hay días festivos, ni descanso, todos los benditos días comen y beben, además de muchos otros cuidados preventivos, curativos y de mantenimiento.

Desafortunadamente, hubo una época del cine mexicano, que difundió a un gallero que no representa verdaderamente a los que nos dedicamos a esto.

Aquí hay médicos, ingenieros, licenciados, arquitectos, empresarios de diferentes sectores, profesionales de todos los ámbitos, que aman a los gallos y que históricamente han contribuido para la preservación de la especie, y su mejora genética.

Además hay adultos mayores que toda su vida se han dedicado al gallo, ¿Qué van hacer si lo prohíben? ¿Buscar otra fuente de ingresos después de los 60 ó 70 años?

Una de las frases entre muchas que me gustan de usted es: “prohibido prohibir”.

Y eso es lo que de usted esperamos, y no vivir amenazados y con zozobra.

“Prohibido Prohibir“ AMLO


Oportunidades para la juventud.

Y he pensado desde siempre que la mano de un joven que acaricia a un gallo, jamás sostendrá una arma.

La crianza del gallo, requiere de disciplina, y como consecuencia se tiene que hacer uno responsable porque la crianza de los animales no admite descuidos, es un trabajo muy demandante, porque aquí no hay días festivos, ni descanso, todos los benditos días comen y beben, además de muchos otros cuidados preventivos, curativos y de mantenimiento.

Desafortunadamente, hubo una época del cine mexicano, que difundió a un gallero que no representa verdaderamente a los que nos dedicamos a esto.

Aquí hay médicos, ingenieros, licenciados, arquitectos, empresarios de diferentes sectores, profesionales de todos los ámbitos, que aman a los gallos y que históricamente han contribuido para la preservación de la especie, y su mejora genética.

Además hay adultos mayores que toda su vida se han dedicado al gallo, ¿Qué van hacer si lo prohíben? ¿Buscar otra fuente de ingresos después de los 60 ó 70 años?

Una de las frases entre muchas que me gustan de usted es: “prohibido prohibir”.

Y eso es lo que de usted esperamos, y no vivir amenazados y con zozobra.

Hablando de libertad


Señor presidente, no se puede ser libre cuando unas personas con frustraciones derivadas de una severa ignorancia, toman decisiones por nosotros.

Para abolir una libertad, y sobre todo una libertad natural se necesita la opinión de un pensamiento estructurado, con rigor académico.

No se puede con base a emociones de una minoría con evidente disonancia cognitiva, hacer una ley que perjudique a millones de seres humanos.

No se vale hacer leyes al vapor por ser chiditos “buena ondita” como usted dice.

La representación es eso: representación popular, y si no son eso, lo que son es un grupo de personas ignorantes, tomando decisiones que no les corresponden.

Usted es mucha pieza señor presidente, y el pueblo es más porque lo eligió a usted, para conservar nuestra identidad, no para perderla.

Nuestra esencia, cultura y tradición.


Como usted lo ha dicho presidente: las personas no abandonan su tierra, sus costumbres y sus tradiciones por gusto, lo hacen por falta de oportunidades; y ahora, las pocas que hay, se las pretenden arrebatar. 

Le platico algo, muchas de las remesas que envían nuestros paisanos desde EEUU, son para comprar aves de combate, y para comprar jaulas, alimento, insumos, y para que sus gentes mantengan ese arraigo a la patria. 

¿Qué pasa sí a un joven que tenga la ilusión de ser un gallero reconocido, le cortan las alas? ¿Qué lo va atar a su patria? Una patria que no les permite vivir en libertad, y que les arrebata su identidad, ya no es patria. 

Cada día hay más veterinarios involucrados en la gallicultura; cada día hay más forrajeras que invierten en la alimentación de las aves de competencia; cada día hay más laboratorios que producen medicamentos para mantener la sanidad avícola, porque la gallística demanda una sanidad de primera. 

Hay biólogos, químicos, médicos, ingenieros y arquitectos involucrados en el desarrollo de la gallística. 

En los últimos años con nuestros propios medios, sin apoyos federales, nos hemos desarrollado y hemos crecido exponencialmente. 

Esto es un mérito, resultado de un esfuerzo y la profesionalización de nuestro sector, por voluntad y por amor a nuestras esencia, a nuestra cultura, que siempre será un nicho de desarrollo social, moral y espiritual.  

No se nos pueden negar libertades que provienen de la misma naturaleza, y que hemos cultivado hasta ahora con amor y pasión, porque es nuestra parte tradicional.

La amenaza de transgénicos y proteínas de laboratorios.


Nosotros los que nos dedicamos a la industria agropecuaria, vemos con claridad que los amagos de los animalistas traen una agenda internacional, que más allá de la preocupación del bienestar animal, hay un interés económico del control de la industria alimentaria. 

Ya vienen así como con el maíz transgénico, con proteína elaborada en laboratorios. 

Usted señor presidente, ha dicho en reiteradas ocasiones que lo que ha salvado a México es su cultura. Y parte fundamental de nuestra cultura, identidad, tradición, y distintivo a nivel mundial, es la charrería, las carreras de caballos, los jaripeos, las peleas de gallos, las corridas de toros, todo eso somos los mexicanos, la gente de campo, de los pueblos, de zonas rurales, y que algunos han emigrado a las grandes urbes llevándose un pedazo de su pueblo con sus animalitos. 

La Ciudad de México es el máximo mosaico cultural de nuestra nación, y en esa gran ciudad se concentra todo lo que somos, con todas nuestras tradiciones. 

Nadie que ame las tradiciones quiere que sufran los animales; las mascotas, perros, gatos, periquitos, aves de canora, algunos peces, y hasta tortugas, son muchas veces lo único que tienen las personas, y los cuidan con su vida. 

Por algunas personas deshumanizadas, que verdaderamente son la excepción, no se puede mutilar la vida de millones de mexicanos que convivimos con los animales, y que parte de nuestro desarrollo, empleo, tradición, cultura, identidad y esparcimiento depende de ellos. 

¿Castrar nuestra identidad cultural y convertirnos en delincuentes, será la solución? 

Le estaré escribiendo todos los días señor presidente hasta el 13 de julio, porque estoy seguro que usted es valiente, ama a su pueblo, su historia, su esencia, identidad, cultura y tradiciones. 

Hasta mañana.