2.- La Química 


 Don Paco Olivera atendió a Horacio con educación, y quedaron en continuar con las visitas para realizar los estudios de suelo que necesitaba Horacio. 

Se despidió Horacio, y al caminar hacia su camioneta, volteo la mirada buscando ese manjar femenino que lo había puesto a soñar… Por su parte Corina, desde la puerta de su casa, también lo miraba, la atracción fue mutua. 
Ya en camino a su oficina, Horacio noto que había olvidado dejar unos oficios a Don Paco. Regreso al rancho, vio que Don Paco se había ido ya. Fue a la puerta donde Corina y toco suavemente; abrió la madre de Corina, el rostro de Horacio languideció, pero muy formal entrego lo papeles a la señora, doña Margarita, ella le dijo que no entendía de eso y le llamo a su hija, Corina apareció de inmediato, sus grandes ojos negros debajo de sus tupidas cejas lo miraron, los ojos color miel de Horacio destellaban como flash y fotografiaba esa mujer que le provocaba suspiros. Ella se acercó, el le sonrió, ella continuo seria, pero amable, se profirieron un hola al unísono, entonces ella por fin sonrío y se sonrojo, Horacio después de una breve explicación se marcho. 
Ya en la camioneta Horacio por el retrovisor vio que Corina veía como El se alejaba, antes de perderse por completo, ella cerro la puerta.